Si comes algún alimento contaminado con la bacteria Listeria monocytogenes, puedes enfermarte de gravedad y hasta necesitar hospitalización. Y si no gozas de buena salud, o padeces de alguna condición como la diabetes o el cáncer, las consecuencias pueden ser fatales. El brote por contaminación de listeria que ha afectado en meses recientes a los Estados Unidos, ha cobrado ya 18 muertos y ha infectado a unas 100 personas. Es sin duda, el peor de la última década y hay que detenerlo cuanto antes. Como los casos siguen sumándose, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) aconseja a toda la población a que tome medidas de seguridad, sobre todo en la cocina en donde se preparan los alimentos. Infórmate y pon estos consejos en práctica.
El brote de contaminación por listeria, que se extendió por 20 estados de la Unión Americana y sigue afectando a más personas todavía, se asoció primero a melones cantalupo contaminados, como explicamos ya en otro artículo de VidaySalud. Luego se extendió a otros productos, como las lechugas de tipo romana enviadas a Alaska desde California, y se han detectado casos de contaminación con listeria relacionados con productos lácteos como la leche sin pasteurizar, los quesos suaves preparados con leche sin pasteurizar, así como las carnes procesadas, los hot dogs, los mariscos ahumados y las ensaladas hechas en los delicatessen (la salchichonería) de algunas cadenas de supermercados.
Cuando la persona come un alimento contaminado con esta peligrosa bacteria, puede contraer listeriosis, una enfermedad potencialmente mortal en las personas vulnerables como las mujeres embarazadas, las personas de edad avanzada o las que tienen un sistema inmunológico (de defensa) debilitado, como pacientes con VIH/SIDA, cáncer, diabetes, enfermedades renales o con trasplantes de órganos. Los síntomas de la listeriosis son: fiebre, dolores musculares, diarreas y náuseas que pueden hasta requerir hospitalización.
A diferencia de otras bacterias, la listeria puede crecer y desarrollarse incluso en el refrigerador, así que si adquieres un alimento contaminado en el supermercado y lo refrigeras, todos los alimentos que tengas guardados allí pueden infectarse también, lo que aumenta las probabilidades de que tú y tu familia se enfermen. Los expertos de la FDA recomiendan que laves cuidadosamente todas las frutas y los vegetales bajo el agua de la llave antes de comerlas, cortarlas o cocinarlas, aunque vayas a pelarlas más adelante. Con un cepillito de cocina, frota la superficie firme de las frutas y las verduras (melones, manzanas o pepinos), y úsalo también para quitar toda la tierra de las batatas (patatas o papas). Pero los consejos no terminan ahí. Hay mucho más que puedes y debes hacer para mantener saludable a la familia.
Refrigeradores ¡muy fríos!
Es importante que los alimentos guardados en el refrigerador y las neveras se mantengan bien fríos para reducir la infección por listeria. Aunque puede crecer en el refrigerador, su crecimiento se debilita y se retarda cuando el refrigerador tiene una temperatura de 40º F (4.40º C) o menos.
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