Cuando se tiene sueño o cansancio una tacita de café viene de maravillas. ¿Pero la cafetera completa? Claro que no, toda esa cafeína es demasiado para un solo corazón. Sin embargo, eso es exactamente lo que ingresa al organismo de un niño o de un adolescente cada vez que bebe un frasco de bebida energética. Las nuevas recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría son muy claras: el contenido de estimulantes en las bebidas energéticas pone en peligro la salud de niños y de los adolescentes, por lo tanto, no deben consumirlas. ¿Las beben tus hijos o tú? Infórmate para que conozcas los riesgos a los que se exponen.
A Carlos le encanta jugar básquetbol con sus compañeros de la secundaria. En la mochila, trae su botella de bebida energética para calmar la sed y para recargar las pilas después del partido. Además, la bebe para mantenerse despierto cuando necesita estudiar hasta tarde para un examen. La toma como si fuera una soda o un refresco más, y todos sus amigos hacen lo mismo. ¿Qué hay de malo en eso? ¿No se venden las bebidas energéticas en los mismos supermercados y establecimientos donde se venden los jugos, las sodas y las bebidas deportivas?
Las respuestas aparecen en un informe de la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicado en la edición del pasado junio en la publicación Pediatrics. Según la doctora Marcie Beth Schneider, miembro del Comité de Nutrición de la AAP y coautora del estudio, existe mucha confusión entre las bebidas deportivas y las energéticas, y los adolescentes (y muchos padres) a menudo no están conscientes de las diferencias entre ellas. La doctora Schneider agrega que muchos jóvenes toman bebidas energéticas que contienen gran cantidad de cafeína, cuando en realidad solamente necesitan hidratar su cuerpo después del ejercicio. En su lugar, están consumiendo grandes dosis de cafeína y otros estimulantes, lo que puede resultar peligroso.
¿Cuál es la diferencia entre una bebida deportiva y una energética? Las bebidas deportivas contienen carbohidratos (azúcares), minerales (como sodio o sal, potasio, etc.) y aromatizantes. Su función es la de restituir el agua y los electrolitos que se pierden durante una sesión de ejercicio intenso. Pero según los especialistas, se abusa de estas bebidas que a menudo son innecesarias. Como contienen calorías, contribuyen al aumento de peso y al deterioro de los dientes. Muchas veces es suficiente, según indican, beber agua durante y después de hacer ejercicio.
Las bebidas energéticas, contienen estimulantes como la cafeína, y otros ingredientes que aumentan el efecto estimulante de la cafeína como la guaraná, la yerba mate, la cola y el cacao. O hasta la efedrina, que es un descongestionante que puede tener efectos cardiovasculares y en exceso ha causado desmayos. También contiene taurina, que también es un compuesto que actúa en las contracciones del corazón y cuyo efecto se desconoce en las cantidades que contienen las bebidas energéticas a largo plazo. Como estas bebidas están se venden como suplementos nutricionales (aunque no proporcionan ningún beneficio nutritivo), no están sometidas a la regulación de la Administración de Medicamentos y Alimentos (o FDA, por sus siglas en inglés) que limita los niveles de la cafeína a 71 mg por cada 12 oz de líquido en las sodas y en otros tipos de bebidas.
Una inyección de cafeína tomada. Una taza de café...
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