DESPACHOS A TODO EL PAÍS

martes, 13 de septiembre de 2011

Ante una crisis tu mejor arma es la información. ¡Que no te hagan cuentos!

Hay que reconocer que el brote de enfermedades infecciosas, las epidemias, las crisis de salud producidas por desastres naturales o por contaminación de alimentos son parte de la vida diaria. Vivimos, después de todo, en un mundo globalizado en el que las bacterias y los virus se propagan fácilmente no ya de una persona a otra, ¡hasta saltan de un continente a otro! Pero con más rapidez que los virus se propagan el pánico y la desinformación. Ante cualquier tipo de crisis, tu mejor arma es obtener la información adecuada para protegerte a ti y a tu familia.

Epidemias de gripe, muertes por e-coli, carne de pavo contaminada, peligro de contaminación del agua por inundaciones y otros desastres naturales, todo eso nos ha afectado en los últimos meses. Aunque el riesgo y el peligro son reales – y no les estamos restando importancia – hay algo todavía más peligroso. Como muestra la película “Contagion” (Contagio) que tuve la oportunidad de ver recientemente, la desinformación puede aumentar el pánico en la población y causar más daños innecesarios en medio de una crisis. Para que puedas tomar el control de una situación similar, voy a darte algunas recomendaciones.

Busca la información correcta

Vivimos en la era de las comunicaciones y de la información. Aprovéchalas en tu beneficio y no dejes que te abrumen. En épocas de crisis como las que citábamos anteriormente, seguramente te lloverán llamadas, mensajes por correo electrónico, mensajes de texto, por twitter, facebook o cualquier otra red social, avisándote de esto o aquello, noticias alarmistas y hasta algún que otro malintencionado anuncio intentando venderte algún producto aprovechándose de la situación. Bueno, dirás, ¿qué debo hacer entonces?

Lo primero: mantener la calma. La angustia y el miedo son malos consejeros. Aunque resulte difícil hacerlo no te dejes arrastrar por el pánico. Tu bienestar y el de tu familia dependen de una actitud inteligente y calmada.

Evalúa la fuente que te ha dado el mensaje de alarma: incluso personas bien intencionadas pueden darte información incorrecta, sembrando el miedo y el desenfreno. Tus fuentes ideales de información son los medios de información responsables: periódicos, canales de televisión, estaciones radiales que emitan los avisos oficiales a la población proveniente de las autoridades a cargo de la salud y la seguridad públicas.

Desconfía de ofertas “irresistibles”: en momentos de crisis, surgirán todo tipo de charlatanes que tratarán de aprovecharse de la angustia y la desesperación de la gente. No adquieras ningún producto por impulso, mucho menos si viene acompañado de promesas “milagrosas”. 

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