¿Qué es?
Normalmente, personas tienen evacuaciones (deposiciones) en intervalos relativamente regulares, y eliminan la materia fecal (las heces) con facilidad sin esforzarse demasiado o sin molestias. Si bien el patrón (la frecuencia) de evacuaciones varía de una persona a otra, alrededor del 95% de los adultos sanos tiene patrones que varían entre 3 veces al día y 3 veces a la semana.
En el caso del estreñimiento, las evacuaciones ya sea que ocurren con menor frecuencia que lo que se espera o las heces son duras, secas y difíciles de eliminar. La mayor parte del tiempo, el estreñimiento no se relaciona con una enfermedad o un trastorno digestivo. En cambio, las causas del problema son la dieta, el estilo de vida, los medicamentos u otros factores que endurecen la materia fecal o interfieren con la capacidad de que la materia fecal pase.
Algunos desencadenantes comunes del estreñimiento en los adultos incluyen:
- Dieta baja en fibra: usted necesita aproximadamente entre 25 y 30 gramos de fibra todos los días para suavizar la materia fecal y estimular el funcionamiento intestinal adecuado. La mayoría de las dietas de los estadounidenses contienen menos de la mitad de esa cantidad.
- Consumo inadecuado de líquidos: para ayudar a evitar que las heces se sequen y se endurezcan, su dieta diaria debe incluir mínimo 6 a 8 vasos de agua. Esta cantidad incluye los líquidos que se encuentran en la leche, los jugos, y las otras bebidas, pero también puede considerarse el contenido de agua de las frutas, las sopas, los guisos y los alimentos sólidos.
- Un estilo de vida sedentario: debido a que es necesario hacer ejercicio regularmente para estimular las contracciones musculares normales de la pared intestinal, el realizar un trabajo sedentario y el hacer ejercicio rara vez aumenta en gran medida su riesgo de estreñimiento.
- Ignorar la necesidad de defecar: si va a evacuar inmediatamente después de sentir la necesidad de ir al baño a defecar, esto refuerza un reflejo nervioso normal que ayuda a que las heces pasen fácilmente. A veces, a causa de un horario atareado o un acceso limitado a los baños, la persona ignora el impulso de defecar. Si pospone repetidamente las idas al baño hasta encontrar un momento más conveniente, esto puede llevar a problemas de estreñimiento.
- Factores de viaje y horarios: los viajes pueden causar el estreñimiento ya que cambian su dieta, afectan el horario normal de las comidas y limitan su acceso a los baños.
- Abuso de laxantes: el uso regular y prolongado de laxantes puede enseñarle a su intestino a que cuente con estos medicamentos para que le ayuden con las evacuaciones. El hábito de usar laxantes puede finalmente contribuir al estreñimiento, ya que el uso continuo de ellos puede causar dependencia.
- Efecto secundario de medicamentos: el estreñimiento es un efecto secundario de muchos medicamentos tanto recetados y como no recetados. Los medicamentos comunes que causan problemas incluyen suplementos de hierro y vitaminas que contienen hierro, suplementos de calcio, antiácidos con aluminio, antidepresivos, medicinas para tratar la esquizofrenia o las alucinaciones, narcóticos para el dolor, anestesia general, diuréticos, relajantes musculares y ciertos medicamentos recetados para tratar las convulsiones, la enfermedad de Parkinson, la vejiga hiperactiva y la hipertensión.
- Dolor local o molestia alrededor del ano: una fisura anal o las hemorroides pueden hacer que las evacuaciones sean dolorosas o molestas. (Una fisura anal es una grieta pequeña en la piel de alrededor del ano, y una hemorroide es un bulto de la vena en el ano). Para evitar el dolor, a veces las personas con alguno de estos problemas resisten el impulso de evacuar. Esto puede causar síntomas de estreñimiento.
Con menor frecuencia, el estreñimiento puede ser un síntoma de una enfermedad o una condición del aparato digestivo, del cerebro o de la médula espinal. Algunos ejemplos incluyen el síndrome del colon irritable, la obstrucción intestinal, la diverticulitis, el cáncer colorrectal, el hipotiroidismo, los niveles elevados de calcio en la sangre (hipercalcemia), la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y una lesión en la médula espinal.
El estreñimiento es un problema muy común que afecta a por lo menos al 80% de las personas en algún momento de sus vidas. En Estados Unidos, el tratamiento para el estreñimiento representa más de 2.5 millones de consultas al médico por año, con al menos $800 millones invertidos anualmente en laxantes. Si bien las personas adultas de todas las edades pueden sufrir de estreñimiento, el riesgo de este problema aumenta considerablemente después de los 65 años tanto en los hombres como en las mujeres.
De vez en cuando, el estreñimiento prolongado se convierte en retención fecal; una masa de heces bloquea el colon que con sus contracciones no puede expulsarlas. La retención fecal puede provocar dolor y vómitos, y es posible que una persona con retención fecal necesite tratamiento de emergencia o requiera hospitalización. Esta es una complicación bastante común del estreñimiento prolongado en las personas mayores y aquellas postradas en la cama, y ocurre aproximadamente en el 30% de todos los residentes de hogares de ancianos.
Síntomas
Los síntomas del estreñimiento incluyen:
- menos de tres evacuaciones por semana
- heces pequeñas, duras o secas que son difíciles o dolorosas de expulsar
- necesidad de esforzarse excesivamente para lograr una evacuación
- sensación de que el recto no está vacío luego de una evacuación
- uso frecuente de enemas, laxantes o supositorios
Los síntomas de retención fecal incluyen:
- heces líquidas (la materia fecal se filtran alrededor de la masa retenida de excrementos y se puede confundir con diarrea)
- dolor abdominal, especialmente después de las comidas
- sensación constante de querer defecar (ir al baño)
- náuseas y vómitos
- dolor de cabeza
- falta de apetito, pérdida de peso
- malestar general (sensación de no sentirse bien, de sentirse enfermo)
- si el problema no se trata, deshidratación, pulso rápido, respiración rápida, fiebre, agitación, confusión e incontinencia urinaria
Diagnóstico
La mayoría de las personas con estreñimiento simple pueden diagnosticarse y tratarse solas. Si tiene estreñimiento, comience por evaluar su estilo de vida. Revise su dieta actual, su nivel de ejercicio diario y sus hábitos para ir al baño a evacuar. Sobre todo, pregúntese si ignora con frecuencia el impulso (la necesidad) de defecar porque le resulta inconveniente. Entonces tome medidas preventivas como aumentar fibra en su dieta, beber mucho líquido y hacer ejercicio regularmente. Si esto no alivia el problema, comuníquese con su médico.
Si tiene estreñimiento con sangrado rectal, dolor o distensión abdominal (hinchazón), póngase en contacto inmediatamente con su médico. En este caso lo mejor será que su médico le haga un examen físico y un examen rectal digital.
Si sus síntomas indican que usted podría tener retención fecal, su médico puede confirmar el diagnóstico examinando su abdomen y buscando una masa de heces retenidas durante el examen rectal digital. Es posible que necesite realizarse otros análisis de sangre, radiografías simples de abdomen, un enema de bario o una sigmoidoscopía (en la que se utiliza un instrumento especial para ver el colon inferior).
Las personas de 50 años o mayores tienen más probabilidades de desarrollar pólipos en el colon o cáncer del colon. El estreñimiento puede ser un síntoma de pólipos en el colon o cáncer, debe asegurarse de tener actualizadas las pruebas de detección del cáncer del colon (mediante colonoscopía u otra prueba).
Duración
La duración del estreñimiento depende de la causa. En la mayoría de los adultos sanos, el estreñimiento mejora gradualmente en el transcurso de las semanas a medida que aumentan el consumo de fibra y líquidos en su dieta, y empiezan a hacer ejercicio con regularidad. Sin embargo, el estreñimiento en las personas que se encuentran postradas en cama con problemas neurológicos puede ser persistente y es un factor de riesgo para la retención fecal.
Prevención
En la mayoría de los casos, usted puede evitar el estreñimiento siguiendo estos pasos:
- Aumente la fibra en su dieta: establézcase una meta alimenticia de 25 a 30 gramos de fibra por día. Seleccione una variedad de alimentos con alto contenido en fibra como frijoles, brócoli, zanahorias, salvado, granos integrales y frutas frescas. Para evitar la distensión (hinchazón) y los gases, incorpore estos alimentos gradualmente en un período de varios días.
- Beba cantidades adecuadas de líquido: para la mayoría de los adultos sanos, esto equivale a entre 6 y 8 vasos de agua por día.
- Comience un programa regular de ejercicio: tan solo 20 minutos de caminata rápida todos los días puede estimular su intestino.
- Ayude a enseñarle a su tracto digestivo a tener evacuaciones (deposiciones) regulares: programe un período de 10 minutos para sentarse en el baño aproximadamente a la misma hora todos los días. Por lo general, el mejor momento para hacerlo es inmediatamente después del desayuno.
- No posponga la evacuación hasta encontrar un momento más conveniente: responda al impulso inmediatamente.
- Utilice un suavizador de heces o complemento de fibra de los que se venden sin receta médica: esto puede evitar el estreñimiento ocasional. Siga siempre las instrucciones de dosificación como está escrito en las indicaciones de las etiquetas de los medicamentos.
Tratamiento
Si tiene síntomas de estreñimiento molestos, es razonable que utilice laxantes para ayudar al intestino a expulsar las heces. Existen muchos laxantes disponibles sin receta y son seguros para uso esporádico. Laxantes a base de sal (“osmóticos”) que contienen magnesio. Un ejemplo es la leche de magnesia. Este tipo de laxantes ayuda a terminar con el estreñimiento arrastrando agua de la pared intestinal hacia el colon, lo que hace que las heces se aflojen. Los laxantes estimulantes como los que contienen sen, cáscara sagrada o bisacodilo son menos suaves; hacen que los músculos del colon se contraigan con mayor frecuencia o de manera más agresiva.
Los laxantes pueden tragarse o introducirse en el recto como un supositorio.
Los enemas también pueden aliviar el estreñimiento y pueden comprarse sin receta en las farmacias. Un enema es una bolsa de líquido (generalmente una mezcla de sal y agua) conectada a un tubo de plástico con una punta cónica. El líquido del enema puede vaciarse en el recto luego de introducir la punta en el ano. El líquido se vacía al levantar la bolsa unas pocas pulgadas ya que desciende por acción de la gravedad. Un enema afloja las heces del recto y provoca que los músculos del recto se compriman como reacción al estiramiento.
Si tiene retención fecal, su médico puede extraer parte de la masa fecal con la mano, introduciendo un dedo enguantado y lubricado en el recto. Por lo general, el resto de la masa puede extraerse con un enema o con irrigación de agua a través de una sigmoidoscopía. Una vez que las heces retenidas se extraen, su médico le indicará una dieta con alto contendido en fibra, y es posible que le recomiende medicamentos para suavizar las heces o laxantes a fin de estimular las evacuaciones regulares.
Cuándo llamar a un profesional
Llame a su médico inmediatamente si dejó de tener deposiciones y siente dolor o distensión abdominal. También comuníquese de inmediato con su médico si tiene sangrado rectal.
Llámelo si tiene síntomas más leves y desea que lo asesore, si el estreñimiento continúa por más de dos semanas, o si necesita laxantes más de 2 o 3 veces por semana para ayudarlo a evacuar.
Pronóstico
La mayoría de las personas con estreñimiento pueden lograr una funcionamiento intestinal normal con cambios en su dieta y en su estilo de vida.
Las perspectivas para la mayoría de las personas con retención fecal son buenas. Sin embargo, es común que la retención fecal regrese si el estreñimiento no mejora con el tratamiento adicional. Es posible que sea necesario seguir un programa a largo plazo de laxantes leves, de enemas periódicos o ambos.
Tomado de Vida y Salud
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