Una alergia alimenticia es una reacción del sistema inmunológico del cuerpo a algún ingrediente en la comida, generalmente una proteína; erróneamente, el cuerpo actúa como si fuera un germen o algún otro invasor y hace lo posible por defenderse.
Cualquier comida puede causar una alergia, pero es mucho más probable que determinados alimentos lo hagan. En los niños, los alimentos que más comúnmente producen reacciones alérgicas son:
Cacahuates (maníes)
huevos
leche
soya
trigo
mariscos
nueces
Cualquier comida puede causar una alergia, pero es mucho más probable que determinados alimentos lo hagan. En los niños, los alimentos que más comúnmente producen reacciones alérgicas son:
Cacahuates (maníes)
huevos
leche
soya
trigo
mariscos
nueces
La mayoría de las reacciones alérgicas ocurren dentro de los 30 minutos de haber ingerido el alimento que causa el problema. A menudo, la reacción aparece dentro de los 5 a 10 minutos, pero puede ocurrir hasta 4 a 6 horas luego de la ingesta.
La alergia alimenticia es diferente de la intolerancia alimenticia. En la intolerancia alimenticia, hay una reacción física a un alimento, pero esa reacción no es alérgica. La intolerancia a la lactosa es un ejemplo común; las personas que la sufren tienen problemas para digerir uno de los azúcares presentes en la leche y pueden tener dolor de estómago o diarrea cuando beben leche o comen lácteos. Aunque los síntomas de la intolerancia alimenticia pueden ser incómodos, esta condición no es peligrosa. También hay otras condiciones, como la enfermedad celiaca, que puede originar reacciones a los alimentos (las personas con enfermedad celiaca tienen problemas con cualquier comida que contenga trigo), que no son alérgicas.
Otra forma de alergia se llama síndrome de alergia oral. Las personas que lo tienen sienten comezón en los labios, la boca y la garganta (y, algunas veces, hinchazón de los labios) despues de comer determinadas frutas o vegetales. Esto es realmente peligroso. Las alergias alimenticias se están haciendo más frecuentes, especialmente entre los niños. Los expertos estiman que hasta un 8 por ciento de los niños sufren alergias alimenticias. En los adultos, el número es del 1 o el 2 por ciento. Si bien no se conoce la causa exacta de la alergia alimenticia, esta enfermedad tiende a manifestarse en los grupos familiares.
Síntomas
No siempre es fácil saber cuándo una persona tiene una alergia alimenticia, porque hay muchos síntomas diferentes. Estos incluyen:
ronchas (un salpullido elevado, rosa y pruriginoso)
comezón en la garganta
dolor de estómago
náuseas o vómitos
diarrea
hinchazón, especialmente alrededor de la boca y la cara
ojos irritados
congestión nasal/escurrimiento nasal
otros salpullido, incluido el eczema
silbido en el pecho o, simplemente, problemas para respirar
dificultad para tragar
frecuencia cardíaca rápida
mareos
en bebés y niños pequeños, crecimiento lento o sangre en las heces
En los casos graves, puede ocurrir algo llamado anafilaxia. Esta reacción alérgica de todo el cuerpo combina muchos de los síntomas anteriormente mencionados y puede causar la muerte si no se trata inmediatamente.
Diagnóstico
Diagnóstico
Muchas veces, el diagnóstico de una alergia alimenticia puede hacerse por la historia clínica: si un niño tiene ronchas o la cara hinchada luego de comer algo con (maní), por ejemplo es probable que sea alérgico a los cacahguates(maníes). Pero dado que estos síntomas pueden ser tan variados, algunas veces el diagnóstico es más difícil de hacer. Aunque un diario detallado del consumo de alimentos y de los síntomas, y otra información acerca de las alergias alimenticias en la familia puede ser útil, algunas veces los médicos necesitan hacer pruebas para hacer el diagnóstico. Hay dos pruebas que se usan comúnmente:
Pruebas cutáneas La prueba por punción para detección de alergia es la prueba más común porque no es costosa, es fácil de hacer y, generalmente, es confiable. Se hace con una punción en la piel con una solución del alimento sospechoso. Una prueba positiva dará una reacción similar a una roncha pequeña. La desventaja de esta prueba es que es incómoda y para los niños con eczema u otras condiciones cutáneas los resultados pueden ser difíciles de interpretar. Y en niños con alergias graves, incluso una pequeña cantidad de alimento inyectada dentro de la piel puede producir reacciones importantes.
Otro problema con las pruebas cutáneas es que para que sean realmente confiables, el paciente no puede tomar ningún antihistamínico por aproximadamente dos semanas antes de la prueba.
Para los niños que padecen rinitis alérgica u otras alergias fuertes, puede ser imposible pasar dos semanas sin antihistamínicos.
Análisis de sangre RAST Los análisis de sangre de radioalergoadsorción (RAST) miden la cantidad de inmunoglobulina E específica de un alimento en la sangre. El cuerpo produce anticuerpos, la inmunoglobulina E, en respuesta a los alérgenos. Una vez que estos anticuerpos de la inmunoglobulina E han aparecido, circulan constantemente en la sangre. Por lo tanto, este análisis de sangre puede realizarse en cualquier momento. Cuanto mayor sea la cantidad de inmunoglobulina E, mayor es la probabilidad de que la persona tenga una alergia a ese alimento en particular.
Los análisis RAST tienen la ventaja de ser menos incómodos y pueden hacerse sin dejar de tomar los antihistamínicos. La desventaja de estas pruebas (más allá del costo) es que pueden tener tanto resultados falsos positivos como negativos .
Eliminación y provocación Otro modo de diagnosticar las alergias alimenticias es con una prueba llamada test de provocación doble ciego controlado con placebo (DBPC). En esta prueba, se dan a una persona cápsulas que contienen el alimento sospechoso y otras que contienen azúcar y se observa la reacción. Dado que hay riesgo de una reacción grave, potencialmente mortal, esta prueba se hace, por lo general, en una clínica o en un hospital.
Una manera más común de hacerla es que la persona lleve un registro de lo que come y sus reacciones, lo que generalmente ocurre posterior a las dos horas de la ingesta. Primero, los alimentos sospechosos se eliminan de la dieta durante una a dos semanas. Luego, se vuelven a incorporar a la dieta, lentamente, bajo supervisión médica. Es útil llevar un registro diario de los alimentos consumidos y de las cantidades. Este criterio solo se adoptaría si la reacción fuese leve y no causase ningún problema respiratorio.
Prevención
Análisis de sangre RAST Los análisis de sangre de radioalergoadsorción (RAST) miden la cantidad de inmunoglobulina E específica de un alimento en la sangre. El cuerpo produce anticuerpos, la inmunoglobulina E, en respuesta a los alérgenos. Una vez que estos anticuerpos de la inmunoglobulina E han aparecido, circulan constantemente en la sangre. Por lo tanto, este análisis de sangre puede realizarse en cualquier momento. Cuanto mayor sea la cantidad de inmunoglobulina E, mayor es la probabilidad de que la persona tenga una alergia a ese alimento en particular.
Los análisis RAST tienen la ventaja de ser menos incómodos y pueden hacerse sin dejar de tomar los antihistamínicos. La desventaja de estas pruebas (más allá del costo) es que pueden tener tanto resultados falsos positivos como negativos .
Eliminación y provocación Otro modo de diagnosticar las alergias alimenticias es con una prueba llamada test de provocación doble ciego controlado con placebo (DBPC). En esta prueba, se dan a una persona cápsulas que contienen el alimento sospechoso y otras que contienen azúcar y se observa la reacción. Dado que hay riesgo de una reacción grave, potencialmente mortal, esta prueba se hace, por lo general, en una clínica o en un hospital.
Una manera más común de hacerla es que la persona lleve un registro de lo que come y sus reacciones, lo que generalmente ocurre posterior a las dos horas de la ingesta. Primero, los alimentos sospechosos se eliminan de la dieta durante una a dos semanas. Luego, se vuelven a incorporar a la dieta, lentamente, bajo supervisión médica. Es útil llevar un registro diario de los alimentos consumidos y de las cantidades. Este criterio solo se adoptaría si la reacción fuese leve y no causase ningún problema respiratorio.
Prevención
Las siguientes medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de que aparezcan alergias alimenticias en lactantes y niños pequeños, especialmente en aquellas familias con antecedentes de alergias:
No incluya alimentos sólidos hasta los 6 meses.
Amamante a los bebés hasta que tengan 1 año, como mínimo. Sin embargo, también tendrá que evitar los alimentos muy alergénicos dado que los alérgenos pueden transmitirse a través de la leche materna. Si la lactancia materna no es posible, hable con su médico acerca de la elección de un tipo de leche.
Incorpore alimentos nuevos en porciones pequeñas y de uno a uno . Controle las reacciones durante varios días antes de incorporar una comida nueva. No agregue alimentos que comúnmente produzcan alergias, como trigo, clara de huevo o pescado hasta el segundo año de vida.
Espere antes de dar leche de vaca a un niño hasta que tenga 1 año y cacahuates (maníes) hasta los 3 años.
Para los niños más grandes que han presentado alergias, el mejor modo de evitar una reacción alérgica es no incluir la comida o los alimentos que provocan una reacción. Aquí hay algunos pasos a seguir:
Lea las etiquetas de los alimentos (las nuevas leyes de etiquetado han facilitado esto) y pregunte cuando come en restaurantes. Si su hijo tiene una alergia a la leche, por ejemplo, evite los alimentos con ingredientes que incluyan caseína, caseinato, proteína de suero lácteo o sólidos lácteos. Y algunos alimentos, aunque no contienen cacahuate (maní), se producen en máquinas que también fabrican alimentos con cacahuate (maní), lo que los hace peligrosos para las personas alérgicas.
Enseñe a su hijo acerca de los alimentos que debe evitar y por qué evitarlos.
Informe a todos los adultos que tengan contacto con su hijo sobre la alergia y qué hacer en una emergencia.
Aprenda reanimación cardiopulmonar (RCP).
Si su hijo tiene antecedentes de reacciones graves a determinados alimentos, usted y él deben llevar epinefrina en todo momento y usarla ante el primer signo de una reacción alérgica. Generalmente, la epinefrina se da con un Epipen; pídale varios a su médico (de modo que pueda dejar uno en todos los lugares a los que su hijovaya con frecuencia, para no correr riesgos) y asegúrese de que todas las personas que cuidan a su hijo sepan cómo usarlo.
Avise en la escuela o la guardería de su hijo para que estén informados sobre la alergia. Por ejemplo, hasta pequeñas cantidades de mantequilla de cacahuate (maní) en un almuerzo pueden ser peligrosas. Muchas escuelas tienen clases y almuerzos con dietas que no contienen cacahuate (maní).
Duración
Mientras que la mayoría de los niños superan las alergias alimenticias con la edad, algunos las sufren hasta la edad adulta. Los adolescentes necesitan conocer las alergias alimenticias que tuvieron de niños y no pensar que las han superado. En particular, las alergias a los cacahuates (maní), a las nueces, al pescado y a los mariscos no se superan, por lo general.
Tratamiento
Tratamiento
Para las reacciones alérgicas leves, pueden usarse antihistamínicos , o aerosoles nasales para aliviar los síntomas. Hable con su médico sobre la mejor medicación para su hijo.
Las reacciones graves requieren una pronta atención médica. La epinefrina (por lo general, a través de el Epipen ) puede salvarle la vida. Aun si se usa el Epipen, el niño necesita atención médica, ya que los síntomas pueden volver una vez que la medicación deja de actuar. Se debe dar instrucciones a todas las personas que cuidan al niño para que llamen al 911 o lleven al niño directamente a una sala de urgencias (nunca lleve al niño usted mismo si éste tiene algún problema para respirar o parece enfermo: llame siempre al 911).
Cuándo llamar a un profesional
Si usted o su hijo tienen síntomas de alergia luego de comer, llame inmediatamente a un médico. Si se presentan dificultades para respirar, llame al 911.
Pronóstico
Pronóstico
Los síntomas de la alergia alimenticia pueden variar de leves a potencialmente severos. Si evita un alimento o un ingrediente, es posible que la alergia afecte muy poco la vida diaria. No obstante, algunos alimentos e ingredientes están muy difundidos y evitarlos supondrá un control cuidadoso. Algunas alergias alimenticias desaparecen cuando el niño crece.
Tomado de Vida y Salud
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