Como padre responsable, preocupado por el bienestar de tus hijos, te interesará saber qué puedes hacer para evitar que ingieran este compuesto y se intoxiquen y/o se envenenen con el plomo, un metal tóxico tan abundante en el medio ambiente. La mayoría de los adultos lo tienen en su cuerpo en dosis muy bajas y lo toleran bien, pero los niños, hasta en cantidades pequeñas, puede traer consecuencias negativas en el aprendizaje, en el comportamiento y en la salud en general. Presta atención para que sepas qué debes hacer.
Los niños exploran el mundo con las manos. Con sus deditos van tocando todo tipo de objetos (empezando con sus juguetes), entran en contacto con el suelo y otras superficies mientras gatean o juegan, y luego, con la mayor tranquilidad del mundo se llevan las manos a la boca. Esa interacción entre mano y boca, que es parte del desarrollo normal de la infancia, los hace mucho más susceptibles a la contaminación y a la intoxicación o envenenamiento por plomo, que también se conoce como saturnismo o plumbosis. ¿Pero cómo, dirás, si mantienes tu casa escrupulosamente limpia? ¿De dónde viene ese plomo? No se trata de suciedad, sino de antigüedad. Ahora te explico.
La mayoría de los hogares construidos antes de 1960, contienen todavía restos de pintura a base de plomo, cuyo uso residencial se prohibió en 1978, al menos en Estados Unidos. Aunque la estructura se haya pintado posteriormente, la pintura con contenido de plomo puede pasar al aire al descascarillarse, ya sea al realizar reparaciones caseras o remodelaciones, al raspar la pintura vieja para pintarse de nuevo, o con el roce continuo de las superficies como con los marcos de las ventanas. Es durante estos procesos que las partículas de la pintura pasan a formar parte del polvo que se acumula en el suelo y en las esquinas, o en la tierra o las áreas que rodean la casa. Y ahí es en donde pueden “encontrarlas” las manitas de los niños. Según los datos ofrecidos por el Centro de Control de Enfermedades (CDC), esta es la fuente del envenenamiento o intoxicación por plomo de un 30% de los casos entre la población infantil en los Estados Unidos. Pero hay otras fuentes:
- Contacto con juguetes, o con bisutería de juguetes, importados
- Madre embarazada que transfiere el plomo a su bebé a través del torrente sanguíneo
- Caramelos importados
- Cosméticos importados
- Materiales utilizados en procedimientos artesanales que puedan realizarse como pasatiempo en el hogar, como la confección de objetos de cerámica o de alfarería
- Agua contaminada al pasar por tuberías antiguas hechas a base de plomo, o con soldadura o válvulas de plomo o de bronce
- Algunos productos como teteras y persianas de vinilo
Las leyes son menos estrictas en otros países. Ten precaución con los productos mencionados arriba. Otro ejemplo es, en Estados Unidos es ilegal empacar alimentos en latas soldadas con plomo, no es así en todos los países y los alimentos se pueden contaminar. Ten precaución.
El riesgo de la exposición al plomo también puede aumentar si uno de los adultos que vive en el hogar trabaja en una industria en la que se emplea el plomo, y regresa a casa con la ropa de trabajo y los niños la pueden tocar, o si la ropa de trabajo contaminada se lava en la misma tanda que la ropa del resto de la familia.
¿Por qué hay que evitar la intoxicación con plomo?...
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