Es divertido jugar afuera pero las picaduras de los insectos no son tan divertidas. Veamos lo que puedes hacer para proteger a tu angelito de las picaduras de insectos y qué es lo que no debes hacer si aún así tu bebé tiene la mala suerte de ser picado.
La mayoría de los repelentes de insectos contienen un pesticida que se llama DEET (N, N-dietil-meta-toluamida). Hay mucha controversia sobre si debes o no debes usar DEET en la piel de tu bebé. De hecho, la Academia Americana de Pediatría (APA) no lo recomienda para niños menores de 2 meses de edad. Tu mejor opción es preguntarle a tu pediatra. Aquí hay algunos consejos generales que pueden ayudar:
De acuerdo a los Centros para el Control de Enfermedades (la CDC, por sus siglas en inglés), ya que tu bebé cumpla 2 meses de edad por lo general es seguro utilizar productos que contienen DEET o Picaridín (que es similar al DEET, pero sin olor y menos irritante). Pero si prefieres no usar un repelente a base de DEET, la CDC también recomienda el aceite del eucalipto limón – pero pon atención: no es para niños menores de 3 años. Algunos pediatras también recomiendan los productos a base de la citronela o la aceite de soya (soja). Pero la mayoría de ellos está de acuerdo que los productos a base de DEET tienden a ser los más eficaces.
Una cosa que hay que tener en cuenta es que la concentración de DEET o Picaridín en el producto se relaciona con la duración de la protección – o sea, cuanto tiempo mantendrá alejados a los insectos. Una dosis más baja no significa menos protección – sólo durará menos. Por ejemplo, un repelente con DEET al 7 por ciento va a mantener lejos a los insectos por aproximadamente 2 horas. En cambio, un repelente con DEET al 20 por ciento va a durar hasta 4 horas. Lo mismo puede decirse del picaridín, que está disponible en dosis entre 5 y 10 por ciento. Ni el DEET ni el picaridín son solubles en el agua, por lo cual el repelente sólo debe ser aplicado una vez al día. Es importante que no lo vuelvas a aplicar. Siempre que sea posible, es preferible aplicar el producto a la ropa de tu bebé, en lugar de en su piel. Si es que decides aplicárselo en la piel, asegúrate de quitárselo con agua y jabón tan pronto entren a la casa. Si tu bebé está en el interior, es mejor mantener las ventanas y puertas cerradas y evitar el uso de repelentes.
Hay productos que combinan un protector solar y un repelente de insectos. Cuando se trata de los bebés, es mejor evitarlos. Es mejor usar dos productos separados ya que así puedes aplicarle la protección solar más de una vez al día sin volver a aplicarle el repelente de insectos.
Aquí hay unos consejos para el uso de repelentes de insectos con DEET o Picaridin en tu bebé:
- Úsalos sólo en las partes expuestas de la piel de tu bebé y, de preferencia, en su ropa. Nunca los apliques debajo de la ropa.
- Evita aplicarlos en o cerca de los ojos, la boca o las manos de tu bebé.
- A la hora de aplicárselos a tu bebé pon atención: si tiene una reacción en la piel, lávalo con agua y un jabón suave y llama a su médico.
- Mientras le aplicas el repelente, quítale el biberón. Y asegúrate de lavar la ropa u otros artículos que puedan tener repelente para que no se los meta a la boca.
- Al igual que con los medicamentos y los materiales generales de limpieza del hogar, asegúrate de guardar la botella fuera del alcance de tu bebé.
- Lava su piel tan pronto posible si se los aplicaste en ella.
Podrías optar por repelentes naturales, pero ten en cuenta que no son tan efectivos y que normalmente es necesario volver a aplicarlos cada 20 minutos.
Otros consejos que te pueden ayudar:
- A los insectos les encantan las prendas oscuras o con estampados brillantes, o con flores, así que evítalos si es posible. Viste a tu bebé con ropa de color claro que lo cubra lo más posible, pero que no lo sobrecaliente.
- Evita los jabones perfumados y las lociones perfumadas porque también atraen a los mosquitos y otros insectos.
- Manténganse alejados de las aguas estancadas, los jardines de flores, los alimentos sin tapas – lugares donde congregan los insectos, especialmente al anochecer y al amanecer.
- Considera poner un mosquitero sobre el cochecito, la silla o el corralito de tu bebé.
Estos consejos y medidas preventivas deben ayudar a prepararte para pasar un rato agradable al aire libre con tu bebé sin tener que compartirlo con insectos “mordelones”. ¡A divertirse y estar a salvo!
Tomado de Vida y Salud
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