Imagen tomada de internet
A los veinte años, la piel se caracteriza por su flexibilidad y carencia de arrugas; sólo existe una ligera tendencia hacia la grasitud. Esta edad es la precisa para comenzar los cuidados de la piel, pues de ello dependerá su apariencia en las décadas posteriores, sobretodo en lo relativo a la protección contra los rayos UV.
La rutina diaria tiene que incluir una limpieza con gel o jabón específico por la mañana y noche; protector solar; humectante y tonificante dos veces por día y desmaquillante por la noche.
Los productos deben ser indicados para pieles jóvenes y de acuerdo a los requerimientos (si es grasa o mixta). Además es necesaria la exfoliación semanal.
Las mascarillas son muy útiles una vez al mes, sobretodo durante el período de la menstruación, pues la piel tiende a parecer más oleosa.
Tomado de Rincón Mujer
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